Aprendizaje Global                                Regresar al menu principal

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Aprendizaje= La Adquisición de un conocimiento por medio del estudio, el ejercicio de un tema o por la experiencia, y más cuando se adquieren los conocimientos fundamentales y necesarios para aprender algún arte u oficio.
Global = Que se refiere a todo un conjunto, y no a sus partes. Que abarca o hace referencia al mundo entero, como resultado de la globalización.
Globalización= "la digitalización permite, entre otras cosas, que con el control remoto los usuarios puedan manipular las imágenes en la pantalla"

Los retos de aprendizaje para el aprendizaje global
a) aprender a conocer,
b) aprender a querer y sentir,
c) aprender a hacer,
d) aprender a convivir,
e) aprender a ser,
f) aprender sobre el conocer, el querer, el sentir.

Aprendizajes en la sociedad del conocimiento.

La educación tiene planteadas exigencias múltiples, crecientes, complejas y hasta contradictorias. Se requiere transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos, que genera y requiere la sociedad cognitiva. Se exige ofrecer criterios y
orientaciones para no perderse entre cantidades ingentes de informaciones, más o menos superficiales y efímeras, que invaden los espacios públicos y privados. Se necesitan valores, objetivos y metas que guíen y mantengan el rumbo en proyectos de desarrollo personal e inclusión social.


¿Qué es el aprendizaje global?

La palabra clave "globalización" no solo incluye el flujo ilimitado de información y capital, sino también la convergencia  de culturas y la responsabilidad compartida por el futuro. Como muy tarde desde la Cumbre de la Tierra de las Naciones Unidas, celebrada en Río de Janeiro en 1992, se sabe, al menos en teoría, que la creciente escasez de recursos, los problemas del medio ambiente cada vez más acuciantes, y la desigualdad de oportunidades que también va en aumento, afectan a la totalidad del planeta y que, en consecuencia, todos los estados deben aspirar a un desarrollo sostenible y viable. El aprendizaje global es un paso más en este camino.

El aprendizaje global es un concepto educativo integral en lo relativo a los contenidos y a los métodos. Privilegia el aprendizaje individual en nuestro mundo globalizado. Se centra en el aprendizaje participativo y centrado en la acción y la adquisición de competencias para que las personas puedan orientarse y llevar una vida responsable. Más allá de la reflexión sujeta a categorías rígidas y respuestas preconcebidas, se trata de preguntarse qué puede aportar cada individuo para crear una sociedad mundial con rasgos humanos, para lograr que los derechos humanos sean respetados en todo el mundo, para propiciar una justicia mundial y proteger el medio ambiente.  Ello explica su cercanía con áreas temáticas como la educación política orientada al desarrollo, la sostenibilidad, la educación sobre derechos humanos, el comercio justo, la educación ambiental, la educación para la paz, al igual que el aprendizaje intercultural.

Rasgos del Aprendizaje

a) La mayor parte de las conductas son aprendidas
b) El aprendizaje es un dispositivo biológico con una primordial función adaptativa
c) Se aprende durante toda la vida y además el aprendizaje es acumulativo e irreversible
d) El aprendizaje funciona gracias a un conjunto amplio de capacidades
e) Hay muchos tipos de aprendizaje
f) Cada vez son más complejas las condiciones o situaciones en las que el individuo aprende


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La GLOBALIZACION es el estudio de algo como un todo que se analiza empleando todos los instrumentos a nuestro alcance. La globalización no puede ser una suma de disciplinas más o menos coordinadas.

La INTERDISCIPLINA­RIEDAD es la coordinación, prevista de antemano, de dos o más disciplinas para estudiar algo.

La diferencia fundamental entre ambos conceptos viene dada por el hecho de que la globalización no pone límites a lo que se va a aprender mien­tras que la interdisciplinariedad limita, de alguna manera, aquello que se va a aprender (al decidir previamente las materias que van a intervenir en lo que vamos a trabajar en clase). Por tanto la globalización se desarrolla en los pro­cesos del trabajo investigativo que se realiza en la clase para resolver un problema concreto, y nunca en la pro­gramación previa de los mismos como ocurre en la interdisciplinariedad.

Una escuela que parte del niño encontrará en la globalización un re­fuerzo importante para el empleo de una metodología de trabajo investiga­tiva que facilite al niño y a la niña, que acuden a nuestras clases, la integra­ción y la comprensión de su entorno. Pero veamos por qué:
1°- La realidad se presenta ante el niño de una manera global, sin parce­lación ni compartimientos. Los pro­blemas y conflictos que el niño se en­cuentra, y se encontrará de adulto, a lo largo de su vida no podrá resolverlos de una manera simplista o lineal sino desde una perspectiva global que le permita su compresión.
2°- La Ciencia recurre a la parce­lación para facilitar el estudio sistemá­tico de aspectos determinados de la realidad.
3°- El niño vive y siente sus expe­riencias espontáneas de una manera global, disociando progresivamente los distintos elementos que la compo­nen bajo la influencia de estímulos afectivos, tendencias y sentimientos.

El significado de globalización

Significa afrontar el conoci­miento de la realidad de un modo glo­bal, sin parcelaciones y sin la obliga­toriedad previa de utilizar el resto de las materias del currículo que irán apa­reciendo de una manera progresiva en los distintos trabajos que van haciendo en la clase.
Significa conectar con las mate­rias de estudio a partir de cualquier trabajo de investigación
.
Significa concebir las discipli­nas escolares como herramientas ins­trumentales e interpretativas parciales de una realidad que se presenta com­pleja ante los ojos del niño. Disciplinas que alcanzarán su sentido educativo en el momento que ayudan a conseguir una comprensión del entorno, estando en íntima relación con otras que darán otra perspectiva de la realidad.

Significa no encontrarse por la rigidez de los programas escolares ni por la del libro de texto.

Significa estar en disposición de afrontar un trabajo que va a exigirnos gran esfuerzo profesional. Significa escuchar y observar al niño en la clase para descubrir sus gustos y sus intereses.


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A) Aprender a conocer
Conocimiento es un término con un contenido semántico muy amplio. Hace referencia a: los conocimientos comunes que las personas tenemos sobre el mundo y que utilizamos en nuestra vida cotidiana; los conocimientos disciplinares sobre distintos ámbitos de la realidad natural y sociocultural, que conforman las distintas ciencias y saberes; los conocimientos sobre la propia identidad personal; los conocimientos sobre el conocimiento mismo o metacognición. Conocer requiere asimilar información, tener memorias y operar con ellas, realizar procesos, ejercitar procedimientos o estrategias para sacar el mejor partido a lo que se conoce, conocer continuamente más, resolver problemas, tomar decisiones. Pero conocer también requiere motivación, esfuerzo, compromiso, constancia en un proyecto formativo de desarrollo personal y social. Aprender a conocer es una exigencia para responder a las demandas prácticas y profesionales de la sociedad cognitiva; pero también es condición imprescindible para desarrollarse con más plenitud como persona, ejercitar las capacidades humanas, disfrutar del saber, dar sentido a la vida.

La sociedad del conocimiento actual (sociedad de la imagen, es caracterización más propia) está sesgada hacia un tipo de información, la icónica, las imágenes, que si bien conlleva oportunidades, también entraña serios riesgos. Las informaciones en imágenes, con su rapidez, inmediatez, variedad, novedad, atractivo, plantean unas exigencias de procesamiento de información mental diferentes de la información lingüística, propias del texto y discurso. Los formatos multimedia requieren un tipo de atención, concentración, planificación, esfuerzo, distinto del procesamiento de textos, más significativo y profundo. Manejar el mando a distancia de la TV, o el buscador de páginas WEB en el ordenador, es tarea muy distinta a enfrentarse y enfrascarse con la lectura de un libro. La hegemonía de mensajes icónicos en la sociedad de la información puede obstaculizar, paradójicamente, el desarrollo mental de las personas, el pensamiento elaborado, significativo, crítico, creativo, que requiere precisamente la sociedad del conocimiento (Gardner, 1998; Hardgreaves, 2003).

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B) Aprender a querer y sentir.
El aprendizaje continuo que conlleva la sociedad cognitiva exige comprometerse activamente con proyectos formativos personales que requieren constancia, esfuerzo, renuncias. Más de un 80% de la población adulta considera clave la formación, pero solamente menos de un 25% elabora planes de formación personal y se implican en ellos. La voluntad, el esfuerzo, el compromiso son imprescindibles para alcanzar los proyectos de desarrollo personal y comunitario. Desear, querer, amar lo que se hace, es condición obligada para alcanzar buenos resultados. Las motivaciones pueden ser más externas, como el deseo de reconocimiento, prestigio social, recompensas monetarias, etc.; o más internas como el deseo de saber, de realizar bien el trabajo, de superarse. Los seres humanos estamos motivados, interna y externamente, en distintas proporciones según circunstancias. Es preferible que la motivación tenga origen más interno, puesto que las fuentes externas tienden a ser más pasajeras. Las personas automotivadas internamente mantienen los niveles altos, aún cuando las recompensas externas disminuyan o desaparezcan. Una proporcionada combinación de motivación externa e interna es deseable.

Cada persona ha de comprometerse con su propia formación. Ha de querer aprender de forma independiente y autónoma en contextos cambiantes. Ha de querer ser competente para evaluar y tomar decisiones sobre qué, cuándo, cómo necesita aprender. El interés y motivación resultan claves para un aprendizaje eficaz. Cuando el conocimiento resulta relevante y significativo para la persona, tanto intelectual como afectivamente, es asimilado de forma más fácil, duradera y eficaz (Csikszentmihalyi, 1993; Seligman, 1991).

C) Aprender a hacer
El curriculum escolar ha puesto tradicionalmente énfasis, cuando no exclusividad, en transmitir conocimientos, prestando menos atención a los procedimientos, las prácticas, los modos de hacer. Pero el saber hacer presenta unas demandas especiales en la sociedad actual. Ya no se trata de especialización profesional, de preparar para una tarea definida y un trabajo profesional estable en el tiempo. Hoy se requiere un continuo aprender a hacer, una adaptabilidad a los contextos tan cambiantes. En la nueva economía, el trabajo está en un proceso que podemos calificar de “desmaterialización”. Cada vez tiene menos que ver con la “materia” como ocurría en sociedades agrarias (cultivar la tierra) o industriales (fabricar objetos), y más con el conocimiento, la comunicación, el asesoramiento, planificación, supervisión, relaciones interpersonales.

Aprender a hacer no es aprender prácticas rutinarias, más propias de la formación profesional del pasado. La nueva economía exige nuevas competencias. Las tareas
industriales en cadena, fragmentadas y repetitivas están dando paso a colectivos de trabajo, grupos de proyecto, satisfacción del cliente, calidad total. Los empleados ya no son anónimos e intercambiables y las tareas se personalizan. Junto a la formación profesional y calificación técnica, se requieren otras competencias como la capacidad de iniciativa, proyecto personal y compromiso, aptitud para trabajar en grupo, disposición a asumir riesgos, afrontar y resolver conflictos, planificar, tomar decisiones y evaluar procesos y resultados, introducir innovaciones y mejoras (Beck, 1998, 1999; Castells, 2000).

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D) Aprender a convivir
Aprender a convivir en los diferentes y simultáneos espacios en los que transcurre nuestra vida: nivel familiar, escolar, laboral, sociocultural, es quizá lo más urgente e importante. En la sociedad globalizada y de la información, nos convertimos en observadores impotentes de quienes generan y mantienen los conflictos y la violencia. Los modelos violentos en la familia, escuela, empresa, medios de comunicación de masas, están alcanzando cotas alarmantes. El derecho a la paz se declara prioritario en los comienzos del siglo XXI, como condición básica para el desarrollo y bienestar personal y social. El  descubrimiento, reconocimiento y respeto del otro se logra en paralelo a la conformación de la propia identidad personal. Es objetivo prioritario de la educación desarrollar la propia identidad, a la vez que comprender y valorar la personalidad de los demás. Si la familia, escuela, trabajo, medios de masas fomentan actitudes de respeto, tolerancia se están
previniendo comportamientos violentos.

Aprender a convivir es objetivo prioritario en nuestra sociedad, cada vez más multicultural. La inmigración plantea cuestiones de carácter ético y político, de respeto a los
valores y cultura de las minorías, a la vez que exigencias de aceptación e integración en la cultura mayoritaria. Pero especialmente exige respuestas educativas apropiadas para los hijos de los inmigrantes y compromete a los profesores, sus valores, actitudes, metodologías y prácticas. La educación tiene una doble misión: mostrar la complejidad y diversidad de la especie humana y, la vez, las semejanzas e interdependencia entre todos los seres humanos. Todas las personas compartimos una estructura mental, unos universales cognitivos, emocionales, lingüísticos, según las ciencias cognitivas.

Aprender a convivir no es un conocimiento meramente declarativo, sino también y sobre todo procedimental. Es decir, se adquiere practicándolo y exige tiempo y condiciones adecuadas. El pensamiento crítico, el comportamiento responsable y solidario, la convivencia sólo se alcanza con una metodología de enseñanza-aprendizaje consonante (Morin, 2000; Pinker, 2000; Marina, 2004).

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E) Aprender a ser
Ante el siglo XXI, el desafío de la educación no es tanto preparar a las nuevas generaciones para vivir en una sociedad determinada; sino dotar a cada persona de
competencias y criterios, que le permitan comprender el mundo cambiante que le rodea y comportarse solidaria y responsablemente. Más que nunca, la función esencial de la educación es proporcionar a todos los seres humanos la libertad de pensamiento, sentimiento, imaginación y creatividad, que necesitan para dar sentido a su vida y alcanzar las cotas más altas posibles de bienestar y felicidad.

La educación es un viaje interior desde el nacer hasta el morir. El desarrollo del ser humano se ha de dar en todas las potencialidades personales: intelectuales, afectivas,
morales, estéticas, sociales; en todos los contextos, de familia, trabajo, ocio; y a lo largo de todas las etapas del ciclo vital. Tal concepto de educación cuestiona la distinción tradicional entre educación básica y educación permanente, entendida ésta como perfeccionamiento, promoción o reconversión profesional. La meta deseable de dar más años a la vida y másvida a los años, conlleva una disponibilidad educativa constante, tanto si se trata de brindar nuevas posibilidades educativas, perfeccionar o ampliar la formación profesional, como de satisfacer el deseo de saber, de belleza, de superación personal y autorrealización. La autoestima, la autoeficacia y experiencias de control sobre el medio, el optimismo, la solidaridad, conllevan una vida más feliz (Seligman, 2002; Morin, 2000; Bandura, 1997).
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F) Aprender sobre el conocer, querer, sentir y ser Resulta cuando menos extraño que las personas tengan que conocer tantas cosas sobre el mundo natural y sociocultural (matemáticas, física, química, biología, historia, sociología, economía, etc.) y apenas reciban conocimientos sobre sí mismos, sus pensamientos y sentimientos, sus motivaciones y afectos, cuando por otra parte están muy interesados. Los conocimientos, las teorías que de la mente se tengan no es una cuestión meramente teórica, sino de extraordinaria relevancia práctica, especialmente en aquellas profesiones (las más en nuestra sociedad de conocimientos y servicios) que tienen que ver con otras personas y sus comportamientos, y por tanto sus pensamientos, sentimientos y motivaciones. Profesores, psicólogos, pedagogos, sociólogos, antropólogos, trabajadores sociales, etc. perciben, enjuician, valoran y actúan en su práctica profesional desde la teoría de la mente que más o menos explícitamente sostienen. La Teoría de la Mente constituye en la actualidad un dominio de investigación en el que confluyen diversas ciencias cognitivas, y que está proporcionando resultados sorprendentes y de extraordinaria relevancia teórica y aplicada (Riviere y Núñez, 1996; Baron-Cohen, Tager-Flusberg, y Cohen, 2000; García García, 2001,
2005; Gómez, 2007).

En correspondencia con estas demandas de tipos de aprendizajes, los profesores debemos desarrollar las competencias correspondientes, que también podemos agrupar en las siguientes categorías: Conocer: conjunto estructurado de conocimientos sobre el mundo natural y sociocultural. Las disciplinas del currículo. Competencias cognitivas. Hacer: conjunto de procedimientos y estrategias. Competencias procedimentales. Querer: motivación, compromiso, esfuerzo. Competencias afectivas. Convivir: capacidad para trabajar y relacionarse con compañeros y alumnos. Competencias comunicativas. Ser: desarrollo del profesor como persona. Responsabilidad ética ante los alumnos, familias y sociedad. Competencias personales (Delors, 1996; Tuning, 2003; García García, 2006).

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Aprender para comprender y enseñar
El objetivo principal de la educación es promover el desarrollo personal de los alumnos, en todas sus capacidades mentales: cognitivas, afectivas, morales y sociales, en la confianza y expectativa optimista de conseguir, además de vidas personales más realizadas, una sociedad cada vez más justa y solidaria. La educación debe proporcionar las bases y recursos para potenciar la comprensión de nuestros diversos mundos: el mundo físico, el mundo biológico, el mundo de las personas, el mundo de las tecnologías, y el mundo personal (Gardner, 1999). El compromiso del profesor, su responsabilidad fundamental está en disponer los recursos y oportunidades más idóneos, y proporcionárselos a todos sus alumnos para que puedan asimilar los diversos tipos de aprendizajes, consciente de que el propio alumno es el responsable principal de su propia formación. Cuando mencionamos los diversos tipos de aprendizajes, nos referimos a los aprendizajes de los conocimientos propios de las diferentes materias y áreas disciplinares; pero también a los aprendizajes de procedimientos y estrategias; los aprendizajes para la convivencia, para el desarrollo personal, cognitivo, afectivo, moral y social; los aprendizajes para desarrollar la autonomía, la autodisciplina y el equilibrio emocional. Lo que anteriormente sintetizamos como: aprender a conocer, querer, sentir, hacer, convivir, ser, y aprender sobre el conocer, querer y sentir.

Capacitar a los alumnos para el mayor desarrollo personal requiere conocimientos, sentimientos y comportamientos responsables y solidarios. Los conocimientos y
procedimientos, las memorias declarativas y procedimentales que un profesor tiene sobre su especialidad no se transfiere a la mente de sus alumnos con solo explicarlas en clase, aunque sea de la forma más atractiva y estimulante imaginable. El estudiante aprenderá si asimila los conocimientos, los hace suyos, los integra, los experimenta como relevantes en su vida personal y profesional, los utiliza para identificar y resolver problemas.


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Webgrafia:
VV.AA. "Colaboración" n4 27. Mono­gráfico sobre la globalización. Granada, 1980. - G.T. Madrid, "Globalización en segun­da etapa" Colaboración n° 49. Granada, 1985. -VV.AA. "Globalización" Dossier XV Congreso MCEP celebrado en Madrid en 1988.