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Thor luchando contra la serpiente Jörmundgander durante el Ragnarök. Cuadro de Johann Heinrich Füssli (1788). | ![]() |
La tradición cristiana recoge en la Biblia la revelación de san Juan sobre el fin de los días. Cuadro de los cuatro jinetes del Apocalipsis por Arnold Böcklin. |
En español, el término escatología puede estar referido a dos cosas completamente diferentes: el ‘conjunto de creencias referentes al fin de los tiempos’ (de éskhatos: ‘último’) y también el ‘estudio del excremento’ (de skatós: ‘excremento’).
Debido al sistema de transcripción del griego, en español coinciden ambos términos. En primer lugar, en griego solo éskhatos comienza por e; skatós, por el contrario, se transcribe sin e inicial en otras lenguas europeas, como inglés o francés. En segundo lugar, la oclusiva que sigue a la s es diferente en griego. Por un lado, en éskhatos hay una ji, oclusiva velar sorda aspirada, transcrita en español como c/qu, que mantiene su pronunciación velar, mientras que en otras lenguas se mantiene su transliteración latina con ch (por ejemplo, χόρος se transcribe como coro en español y como chorus en inglés); por otro, en skatós hay una kappa, oclusiva velar sorda, transcrita también como c en nuestra lengua. Es por esto que se da en español un curioso caso de homonimia.
Religiones
Hay diversas referencias escatológicas en la mitología
egipcia, griega, romana y escandinava. Cada religión tiene su
propia visión escatológica según sus creencias
sobre el devenir de los tiempos. En muchas de ellas el hombre,
individual y colectivamente, trasciende al mundo terrenal y existe por
la eternidad en realidades radicalmente distintas a la vida conocida,
algunas de ellas dichosas (Cielo) y otras de condenación
(infierno).
Mazdeísta
Dentro del contenido religioso del mazdeísmo, Zoroastro
describió con gran detalle la llegada del Frashokereti o juicio
final con el último enfrentamiento entre Ahura Mazda (el Bien) y
Angra Mainyu (el Mal), que produciría grandes catástrofes
y aceleraría la llegada de un salvador, descendiente del linaje
del propio Zoroastro, quien sería el encargado de llevar a la
victoria a las fuerzas del Bien.
En el juicio final se decide el destino de la humanidad y la
reconciliación entre una parte de ésta y Ormuz (el Bien),
que conlleva el fin del Mal.
Budista
En China, al introducir el culto al buda Maitreya también se
introdujo en esta religión un componente escatológico,
del cual en los tiempos futuros, decaerá de gran manera que
propiciaría el regreso de Maitreya para iniciar una nueva
época de paz y esperanza.
Hindú
En el hinduismo no hay una sola escatología determinada;
Hay una escatología de los universos materiales, que se
destruyen cíclicamente. Existe una destrucción parcial
del universo, que sucede cada final del «día» de
Brahmā (cuando este dios se duerme, al final de cada uno de sus largos
«días») y existe una destrucción total de
todos los universos, cuando Vishnú los «aspira» como
moléculas de su respiración, al final de la vida de
Brahmā (que dura exactamente 100 de sus «años»).
También hay una escatología personal, cuando el alma
espiritual abandona el cuerpo material en el momento de la muerte.
Recibe un juicio por parte del deva Iamarásh (el regente de la
muerte), quien de acuerdo con su buen o mal karma
(‘actividades’ pasadas) recibe una pena: volver a nacer en
algún planeta de este universo.
Si el alma se comportó bien, irá a nacer en un planeta
superior paradisíaco (el cielo o suarga), y una vez que haya
«gastado» su buen karma (una vez que haya gozado lo
suficiente) tiene que volver a nacer en este planeta.
Si el alma se comportó mal, irá a nacer en un planeta
inferior infernal (el infierno o Patala), y una vez que haya
“quemado” su mal karma (una vez que haya sufrido lo
suficiente) tiene que volver a nacer en la Tierra.
En estado de sueño profundo, el alma cae a la Tierra en forma de
lluvia, y si cae en tierra cultivada, entra en las plantas y queda
adosada a los granos (de trigo, arroz, etc.). Si es comida por un ser
humano masculino entra en sus espermatozoides y si le corresponde ser
hijo o hija de ese ser humano en particular, por «azar»
será el espermatozoide que fecunde al óvulo y se
convertirá en un embrión.
Según las Escrituras hindúes, el alma se despierta dentro
del útero materno. Los hindúes incluso creían que
el útero era una parte del intestino, por lo que el feto estaba
rodeado del excremento de la madre. De esta manera el alma experimenta
varios meses de terribles sufrimientos, que finalmente le hacen perder
la memoria y la inteligencia.[cita requerida]
Los hindúes creen que es posible interrumpir este proceso eterno
de reencarnación bajo ciertas circunstancias, como la quema del
cuerpo del difunto.
Islámica
En el islam, la fe cuenta para el destino del creyente y cuando dicho
creyente haya fallecido, conoce en persona a Allah y es conducido al
paraíso. Sin embargo, no recibe íntegramente su
recompensa hasta el Día del Juicio. Para los impíos, el
destino es sufrir en su propia tumba hasta llegar el juicio final,
donde se decidirá su destino.
Tal Como en el cristianismo y el judaísmo, existen creencias
escatológicas como la recompensa de las almas (en el islam no
existe la idea de purgatorio), pero sí existen términos
escatológicos como al-Masih ad-Dajjal que en árabe
significa el falso mesías y el Mesías (Jesús o
I'sa), El Guiado (Mahdí). Al final de los tiempos, Jesús
volverá para reinar en el mundo entero desde el trono de
Jerusalén, aunando a todos los creyentes en el Dios
Único, ya sean judíos, cristianos, musulmanes u otros,
bajo un mismo paraguas: el islam. Reinará acorde a las
enseñanzas de los profetas y, en particular, las de Mahoma, el
último de todos ellos.
Señales Menores (no necesariamente en este orden)
Señales Mayores (en un orden aproximado)
A continuación expondremos un conjunto de signos precedentes
a la aparición del Imam Mahdi , expresados en las tradiciones,
tal como lo describe el Sheij Mufid en su obra "Kitab al Irshad".
Nota: El sheij Mufid ha compilado estos dichos mil años
atrás aproximadamente. El expresó que de la totalidad de
los signos mencionados, algunos debían acontecer forzosamente,
mientras que otros eran condicionales, y Dios es el Conocedor de lo que
acontecerá. Aclaramos que antiguamente el nombre de "Siria" se
aludía a la región que hoy ocupan Siria, Israel,
Líbano, Jordania y Palestina.
Hebrea
Los acontecimientos del fin del mundo difieren según las
distintas escuelas rabínicas. Aunque todos ellos tienen su
origen profecías del Tanakh, o canon hebreo de la Biblia, e
interpretaciones con base en la literatura rabínica,
éstas pueden variar notablemente. Por ejemplo, algunas
tradiciones judías asocian la llegada del Mesías como un
signo escatológico mientras que otras tradiciones lo esperan
como un evento histórico. Lo mismo ocurre con la
restauración Templo de Jerusalén o del pueblo de Israel a
la tierra prometida, que pueden ser entendidos como profecías
escatológicas o históricas. Otros temas frecuentes de la
escatología hebrea, que tampoco gozan de consenso, son: la
resurrección de los muertos, el juicio final, la nueva
creación o el gobierno divino.
Cristiana
(Escatología cristiana)
Ofrece una escatología parecida a la del judaísmo, la
cual está explicada por los Evangelios del siglo I y por los
teólogos posteriores.
La teología cristiana se ha ocupado mucho —especialmente
durante el medievo y la Reforma— de los "novísimos" (los
últimos cuatro estados del ser humano, que son muerte, juicio,
infierno y gloria).
La escatología puede ser:
Escatología general:
La Parusía: el "advenimiento glorioso" o segunda venida de
Jesucristo (la primera habría ocurrido entre el 6 a. C.) y el
"fin de los tiempos". Antes de ese tiempo se desarrollará la
Gran Tribulación, en la cual se hará prominente el papel
del Anticristo.
La "resurrección de la carne": Todos resucitarán en el
último día con sus cuerpos reconstituidos y
perfeccionados, es decir, semejantes al de Jesucristo.
Escatología consumada: la vida eterna, ya sea en el Cielo o en el infierno.
Escatología intermedia: muerte física y muerte espiritual (el castigo eterno de Dios)
De una exégesis de la Biblia tomada en su sentido gramatical
podemos elaborar nueve distintos apartados escatológicos
extraídos básicamente desde el libro del Apocalipsis,
bien que las aportaciones desde los otros libros de la Biblia son
también importantes. Los apartados son:
Muerte física. Afecta a todos: «Está establecido
para los hombres que mueran una sola vez» (Heb 9:27).
Imediatamente que la persona muere, va directamente a un juicio,
(particular) para después estar ya sea gozando del
Paraíso o sufriendo el desamor en el infierno.
La Segunda Venida. Es el segmento más grande, con diferencia, ya
que está situada en el fin de los tiempos (Heb 9:28).
El Anticristo. Aparecerá en los tiempos del fin (para el
escritor de I Jn ya son los tiempos del fin), con doctrinas que nieguen
a Cristo (I Jn 2:18-23).
Resurrección. Cristo la enseñó con claridad y él mismo resucitó.
Los juicios. El juicio particular inmediatamente después de la muerte y el juicio final, que será universal.
Testigos de Jehová
Según las creencias de los Testigos de Jehová, cuando el
ser humano muere nada lo sobrevive: no creen en la existencia del alma
eterna, sino que consideran a los creyentes como almas, para ellos el
alma es la persona, la vida. (Gen.2:7, Gen.3:19, Ezequiel 18:4).
Según sus creencias, el destino futuro para quienes hayan
muerto, se basa en la resurrección, la cual según ellos
sucederá de dos formas distintas:
La primera forma: 144.000 personas escogidas desde la época de
los apóstoles hasta nuestros días, serán
resucitadas en el cielo como espíritus y serán reyes y
sacerdotes, junto con Jesucristo (Apocalipsis 14:1-3; Apocalipsis
20:6), a partir de que Cristo manifestara su presencia (Parusía)
en el poder del Reino, durante "los últimos días", a
partir de 1914 (Revelacion o Apocalipsis 12:7-12). Este es el
"Rebaño pequeño" (Luc.12:32).
La segunda forma: habrá una resurrección física
en carne y hueso, para "una gran muchedumbre" de otras ovejas, que no
son de este redil (del "rebaño pequeño")
(Revelación 7:9-12; Juan 5:28,29), después de la
intervención de Cristo y el Armagedón (Apocalipsis
16:14-16);durante su reinado milenario (Apocalipsis 20:4) en una Tierra
que será convertida en un Paraíso, el propósito
original de Dios. "Habrá resurrección así de
justos como de injustos" (Hechos 24:15).
En el caso de los inicuos, es decir, aquellos que fueron destruidos
en Sodoma, Gomorra, Admá, Bela y Zeboyim, así como en El
Diluvio, y los que sean destruidos directamente por Dios en el
Armagedón, su destino es la muerte eterna. "No se pondrán
de pie en el juicio" (Salmo 1:3-5).
Adventistas
Los adventistas creen que en la segunda venida de Cristo, los muertos
en Cristo resucitarán primero, luego los que estén vivos
(los escogidos) junto con los resucitados, serán arrebatados por
los ángeles que se los llevarán al cielo a vivir por un
periodo de mil años. Durante ese tiempo, Satanás
será encadenado simbólicamente, pues no tendrá a
nadie a quien engañar. En el cielo, en este período, los
santos (los que fueron salvados) junto con Cristo estarán
juzgando a los impíos. Al cabo de este periodo, Cristo con la
santa ciudad descenderán del cielo para juzgar a los muertos
impíos, ellos resucitarán y tratarán de cercar la
santa ciudad pero Dios hará descender fuego del cielo que los
consumirá. Y esta será la segunda resurrección que
es para muerte eterna (Apoc 20:1, Tes 4:13-17).
Nórdica
En la mitología nórdica, Ragnarök (en
español, destino de los dioses)1 es la batalla del fin del
mundo. Esta batalla será supuestamente emprendida entre los
dioses, los Æsir, liderados por Odín y los jotuns
liderados por Loki. No sólo los dioses, gigantes, y monstruos
perecerán en esta conflagración apocalíptica, sino
que casi todo en el universo será destruido.
En las sociedades guerreras vikingas, el morir en batalla era un
destino admirable, y esto se tradujo en la adoración de un
panteón en el que los dioses mismos no son eternos, sino que
algún día serán derrocados, en el Ragnarök.
En las propias sagas y poesía escáldica de los pueblos
nórdicos aparecen claramente definidos los acontecimientos del
Ragnarök, se conoce quién luchará contra
quién, así como los destinos de los participantes en esta
batalla. El Völuspá (Profecías de Völva
—Shaman femenino—), la primera serie del Edda
poética (Edda mayor), que data desde 1000 d. C., cuenta la
historia de los dioses, desde el inicio del tiempo hasta el
Ragnarök, en 65 estrofas. La Edda prosaica (Edda menor), escrita
dos siglos después por Snorri Sturluson, describe en detalle
qué ocurrirá antes, durante y después de la
batalla.
Lo que es único sobre el Ragnarök como historia
apocalíptica (en el estilo Armagedón) es que los dioses
ya saben a través de la profecía lo que va a suceder:
qué avisará de la llegada del acontecimiento,
quién será asesinado por quién, y así
sucesivamente. Incluso saben que ellos no tienen el poder de evitar el
Ragnarök. Esto está relacionado con el concepto de destino
(véase Urðr, Wyrd) de los pueblos nórdicos antiguos.
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