El principio o fundamento de
la economía de solidaridad es que la introducción de niveles
crecientes y cualitativamente superiores de solidaridad en
las actividades, organizaciones e instituciones económicas, tanto a
nivel de las empresas como en los mercados y en las políticas
públicas, incrementa la eficiencia micro y macroeconómica,
junto con generar un conjunto de beneficios sociales y
culturales que favorecen a toda la sociedad.
Cuando con serias y profundas razones
muchos hoy día cuestionan la conveniencia e incluso la
posibilidad de continuación del crecimiento económico, en las
formas actualmente vigentes, la economía de solidaridad
postula un nuevo tipo de desarrollo, alternativo, integral, a escala
humana, sustentable, con énfasis en lo local. Otro desarrollo
supone otra economía, y esa otra economía para un nuevo tipo
de desarrollo puede ser la economía solidaria, o al menor,
constituir un componente que efectúa una contribución
importante en esa dirección.
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Cuando el "sistema"
capitalista parece haberse implantado como el modo único de
organización económica eficiente, no obstante sus enormes
costos sociales y ambientales; cuando los proyectos socialistas
basados en el Estado y la planificación han fracasado en su intento
de establecer una economía justa y humana; cuando los motivos
que históricamente fundaron los grandes movimientos de cambio
social con sentido de justicia y equidad siguen vigentes, no
encontrando sin embargo propuestas nuevas y alternativas que
los encaucen; cuando las energías sociales y espirituales
orientadas a la transformación social y que buscan formas éticamente
superiores de organización económica, centradas en los valores
de la justicia, la equidad, la libertad, la fraternidad y la
comunidad, se encuentran desorientadas frente a una realidad
adversa que parece tan imposible de cambiar; cuando cunde la
desesperanza y se difunde la convicción de que "más de lo
mismo" no conducirá a la humanidad hacia nuevos horizontes;
en este difícil contexto histórico, que no son pocos los que
conciben como una verdadera crisis de civilización, la
economía de solidaridad aparece como el único modo nuevo de pensar y
de proyectar procesos transformadores eficaces y profundos, en
condiciones de concitar la conciencia y la voluntad de los
más vastos sectores que anhelan una vida mejor y una sociedad
más humana y convivial.
Cuando se hace presente con
urgencia la necesidad de un perfeccionamiento de la
economía, tanto a nivel de las empresas, de la organización de
los mercados, de las políticas públicas, de los procesos de
globalización, etc., la economía de solidaridad se ofrece
como una realidad y un proyecto capaz de contribuir al
perfeccionamiento de la economía en el tiempo, con
orientaciones, criterios, metodologías y modelos organizativos nuevos
y eficientes.
Las experiencias cooperativas, autogestionarias,
mutualistas y otras afines, careciendo de un instrumental
conceptual y analítico propio que las oriente en sus procesos
decisionales, a menudo recurren a aquellas herramientas de
análisis proporcionados por una ciencia económica convencional,
que ha sido formulada a partir de experiencias y racionalidades
operacionales muy distintas y en cierto sentido opuestas a
las solidarias.
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La Economía Solidaria, en el marco de la tradición de la Economía
Social, pretende incorporar a la gestión de la actividad económica, los
valores universales que deben regir la sociedad y las relaciones entre
toda la ciudadanía: equidad, justicia, fraternidad económica,
solidaridad social y democracia directa. Y, en tanto que una nueva forma
de producir, de consumir y de distribuir, se propone como una
alternativa viable y sostenible para la satisfacción de las necesidades
individuales y globales, aspirando a consolidarse como un instrumento de
transformación social.
Las organizaciones que participamos en el movimiento de la
Economía Solidaria en general y en REAS - Red de Redes en particular
compartimos, para el desarrollo de nuestra misión, los siguientes ejes
transversales:
- La autonomía como principio de libertad y ejercicio de la corresponsabilidad.
- La autogestión como metodología que respeta,
implica, educa, iguala las oportunidades y posibilita el empoderamiento
- La cultura liberadora como base de pensamientos creativos,
científicos y alternativos que nos ayuden a buscar, investigar y
encontrar nuevas formas de convivir, producir, disfrutar, consumir y
organizar la política y la economía al servicio de todas las personas.
- El desarrollo de las personas en todas sus dimensiones y
capacidades: físicas, psíquicas, espirituales, estéticas, artísticas,
sensibles, relacionales…en armonía con la naturaleza, por encima de
cualquier crecimiento desequilibrado económico, financiero, bélico,
consumista, transgénico y anómalo como el que se está propugnando en
nombre de un desarrollo “ficticio”.
- La compenetración con la Naturaleza.
- La solidaridad humana y económica como principio de nuestras relaciones locales, nacionales e internacionales.
Los seis principios de la economía:
1. PRINCIPIO DE EQUIDAD
2. PRINCIPIO DE TRABAJO
3. PRINCIPIO DE SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL
4. PRINCIPIO DE COOPERACIÓN
5. PRINCIPIO "SIN FINES LUCRATIVOS"
6. PRINCIPIO DE COMPROMISO CON EL ENTORNO
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1. el prinicpio de eqidad, Ccnsidera que la
equidad
introduce un principio ético o de justicia en la igualdad.
Es un valor que reconoce a todas las personas como sujetos de
igual dignidad, y protege su derecho a no estar sometidas a relaciones
basadas en la dominación sea cual sea su condición
social, género, edad, etnia, origen, capacidad, etc.Una sociedad
más justa es aquella en la que todas las personas se reconocen
mutuamente como iguales en derechos y posibilidades, y tiene en cuenta
las diferencias existentes entre las personas y los grupos. Por ello
debe satisfacer de manera equitativa los intereses respectivos de todas
las personasLa igualdad es un objetivo social esencial allí
donde su ausencia trae consigo un déficit de dignidad. Cuando se
vincula con el reconocimiento y respeto a la diferencia, lo denominamos
“equidad”
2. el principio de trabajo Considera que el trabajo es un elemento
clave en la calidad de vida de las personas, de la comunidad y de las
relaciones económicas entre la ciudadanía, los pueblos y
los Estados. Por ello desde REAS situamos la concepción del
trabajo en un contexto social e institucional amplio de
participación en la economía y en la comunidad.
Se Afirma la importancia de recuperar la dimensión humana,
social, política, económica y cultural del trabajo que
permita el desarrollo de las capacidades de las personas, produciendo
bienes y servicios, para satisfacer las verdaderas necesidades de la
población (nuestras, de nuestro entorno inmediato y de la
comunidad en general). Por eso para nosotros el trabajo es mucho
más que un empleo o una ocupación.
S e constata que estas actividades las podemos ejercitar
individual o colectivamente, y pueden ser remuneradas o no (trabajo
voluntario) y la persona trabajadora pueda estar contratada o
asumir la responsabilidad última de la producción de
bienes o servicios (autoempleo).
Dentro de esta dimensión social hay que destacar que sin la
aportación del trabajo llevado a cabo en el ámbito del
cuidado a las personas, fundamentalmente realizado por las mujeres,
nuestra sociedad no podría sostenerse. Trabajo que aún no
está suficientemente reconocido por la sociedad ni repartido
equitativamente.
3. Sostenibilidad ambiental: Considera que toda nuestra actividad
productiva y económica está relacionada con la
naturaleza, por ello nuestra alianza con ella y el reconocimiento de
sus derechos es nuestro punto de partida.
Cree que nuestra buena relación con la Naturaleza es una fuente
de riqueza económica, y de buena salud para todos. De ahí
la necesidad fundamental de integrar la sostenibilidad ambiental en
todas nuestras acciones, evaluando nuestro impacto ambiental (huella
ecológica) de manera permanente.
Quiere reducir significativamente la huella ecológica humana en
todas nuestras actividades, avanzando hacia formas sostenibles y
equitativas de producción y consumo, y promoviendo una
ética de la suficiencia y de la austeridad.
4. Principio de cooperación: Quiere favorecer la
cooperación en lugar de la competencia, dentro y fuera de
nuestras organizaciones vinculadas a la Red, buscando la
colaboración con otras entidades y organismos públicos y
privados…
Pretende construir colectivamente un modelo de sociedad
basándonos en el desarrollo local armónico, las
relaciones comerciales justas, la igualdad, la confianza, la
corresponsabilidad, la transparencia, el respeto…
Parte de que la Economía Solidaria está basada en una
ética participativa y democrática, que quiere fomentar el
aprendizaje y el trabajo cooperativo entre personas y organizaciones,
mediante procesos de colaboración, de toma de decisiones
conjuntas, de asunción compartida de responsabilidades y
deberes, que garanticen la máxima horizontalidad posible a la
vez que respeten la autonomía de cada una, sin generar
dependencias.
Entiende que estos procesos de cooperación deben extenderse a
todos los ámbitos: local, regional o autonómico, estatal
e internacional y deben normalmente articularse en Redes donde se vivan
y se fomente esos valores …
5. SIN FINES LUCRATIVOS: El modelo económico que practica y
persigue tiene como finalidad el desarrollo integral, colectivo e
individual de las personas, y como medio, la gestión eficiente
de proyectos económicamente viables, sostenibles e integralmente
rentables, cuyos beneficios se reinvierten y redistribuyen.
Esta “no – lucratividad”, está
íntimamente unida a nuestra forma de medir los balances de
resultados, que tienen en cuenta no solo los aspectos
económicos, si no también los humanos, sociales,
medioambientales, culturales y participativos y el resultado final es
el beneficio integral.
Se entiende por ello que las actividades destinan los posibles
beneficios a la mejora o ampliación del objeto social de los
proyectos así como al apoyo de otras iniciativas solidarias de
interés general, participando de esta manera en la
construcción de un modelo social más humano, solidario y
equitativo
6. El compromiso con el entorno se concreta en la participación
en el desarrollo local sostenible y comunitario del territorio.
Las organizaciones están plenamente integradas en el territorio
y entorno social en el que desarrollan sus actividades, lo que exige la
implicación en redes y la cooperación con otras
organizaciones del tejido social y económico cercano, dentro del
mismo ámbito geográfico.
Entiende esta colaboración como un camino, para que experiencias
positivas y solidarias concretas puedan generar procesos de
transformación de las estructuras generadoras de desigualdad,
dominación y exclusión.
El compromiso en el ámbito local nos aboca a articular en
dimensiones más amplias para buscar soluciones más
globales, interpretando la necesidad de transitar continuamente entre
lo micro y lo macro, lo local y lo global.
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Webgrafia
https://www.economiasolidaria.org
http://www.luisrazeto.net/content/%C2%BFqu%C3%A9-es-la-econom%C3%AD-solidaria
https://sites.google.com/a/misena.edu.co/economia-solidaria-y-emprendimiento/